Psicología, política y ciudadanía - 6 “A”- TURNO NOCHE- Profesor: Edgardo Arquimides Serial
Colegio: “Manuel Vicente Figuerero”
Materia: Psicología, política y ciudadanía.
Profesor: Edgardo Arquimides Serial
Curso: 6 “A” - TURNO NOCHE
Tema: El Ser humano como sujeto social.
Introducción:
Desde que
nacemos vivimos en sociedad y, a medida que crecemos, en las distintas etapas
de nuestras vidas nos relacionamos con distintos grupos, en razón de este
contacto con personas vamos aprendiendo
pautas de comportamiento para adaptarnos al entorno social.
Pero la
cuestión problemática surge en aquellos casos en los que las personas no
atravesaron estas instancias de adaptación social y repentinamente se los
inserta en una comunidad determinada.
Pareciera
ser algo imposible, pero a lo largo de la historia hubieron casos que dan
cuenta de ello.
Por eso, en
esta ocasión vamos a trabajar un caso paradigmático y analizar las cuestiones
relacionados a las normas morales y sociales que regulan la vida en comunidad.
Actividad:
Lea la nota sobre “Víctor de Aveyron” que figura en el anexo y comente:
1- ¿Qué características lo destacan?
2- Piense en una situación ficticia en la que se adopta a un niño
salvaje y lo incorporan a su familia:
3- ¿Qué tipos de normas y conductas debería aprender para adaptarse a
ustedes y ustedes a él?
Recomendación:
Use un diccionario para acompañar la
lectura.
En clases retomaremos el tema previa
explicación de los siguientes temas:
-
proceso de socialización;
-
agentes primarios y secundarios de
socialización.
ANEXO
El caso de Víctor de Aveyron
“El joven fue encontrado perdido, en
un estado salvaje y lleno de cicatrices de mordeduras de animales. Parecía
inmune al calor y al frío, rompía la ropa que la gente intentaba ponerle y se
negaba a comer comida cocinada, consumiendo únicamente alimentos crudos”.
Es uno de los casos más conocidos de “niño salvaje”. Este joven
fue encontrado por unos cazadores a finales del 1799 en un bosque de la ciudad
de Aveyron, con las características antes descritas, destacando además una gran
cicatriz en el cuello probablemente realizada con un cuchillo u objeto
punzante, cosa que hace pensar que pudieron haber intentado acabar con su vida.
El niño en cuestión había sido avistado en múltiples ocasiones
trepando por los árboles, corriendo
a cuatro patas, bebiendo en arroyos y comiendo bellotas y raíces, hasta que
finalmente fue capturado cuando durante el invierno se acercó a granjas en
busca de comida.
Los doctores de la época pensaron que el muchacho sufría retraso mental al no entender ni responder al
lenguaje. Víctor sería adoptado por un maestro llamado Itard, que consideró que el infante solo tenía un déficit en
el desarrollo del lenguaje debido al extenso periodo que se suponía el niño
había subsistido en soledad.
Mientras que una mujer llamada Sra.
Guerin se encargaría del cuidado del niño, Itard intentaría educar y
reintroducir en la sociedad al pequeño niño salvaje, intentando enseñarle el lenguaje,
la conducta moral y las normas sociales.
Sin embargo, a pesar de dedicar largos años a ésta tarea y de la
importancia que tuvo el trabajo de Itard (siendo sus métodos tenidos en cuenta
a posteriori por metodologías educativas como la Montesori) no se lograron grandes éxitos, abandonándose el intento de
educación y quedando el niño bajo la tutela de la señora Guerin. Víctor moriría
a los cuarenta años de edad, aún bajo su cuidado.
¿Qué es un niño salvaje?
Víctor y otros muchos como él son considerados niños salvajes;
entran dentro de esta categoría aquellos infantes que han permanecido aislados
de la sociedad durante un periodo de tiempo prolongado de su infancia y/o
adolescencia, bien sea por haber sido abandonados en un entorno salvaje, por
haberse perdido o por haber sido retenidos o confinados durante su infancia o
pubertad.
Estos niños presentan graves alteraciones tanto en aspectos
conductuales como en los cognitivos, producto de la falta de adquisición de
conocimientos y habilidades que permiten la convivencia y la participación en
la vida social de una comunidad.
Cabe destacar que existe una cierta variabilidad en los casos
observados. Dentro de los niños
salvajes se pueden encontrar tres tipos básicos: niños que han vivido largo
tiempo en soledad (como el caso de Víctor de Aveyron), aquellos que
sobrevivieron en un entorno hostil siendo cuidados por otras especies animales,
e infantes que han sido maltratados y confinados durante gran parte de su vida.
Características de los niños
salvajes
Uno de los síntomas más evidentes es la ausencia o poco desarrollo del lenguaje. Si bien los
distintos autores han discrepado de si el lenguaje humano es una habilidad
totalmente aprendida o bien existen ya las estructuras necesarias para él desde
el nacimiento, sí se ha evidenciado la existencia de periodos de aprendizaje en
que se produce un desarrollo explosivo de algunas capacidades como la lengua.
Estos periodos reciben el nombre de periodo
crítico.
En el caso del lenguaje, los
expertos han señalado que el periodo crítico se produce entre los tres y cuatro
años de edad. De éste modo, si en esta fase no se da la estimulación apropiada,
las capacidades del niño no se desarrollaran correctamente, lastrando toda su
evolución y dificultando la correcta adaptación al medio social. Se verían
afectadas no solo las capacidades lingüísticas sino también las
representacionales, relacionales e incluso la propia construcción de la
identidad personal.
¿Niños antisociales?
Además de la falta de lenguaje, otra de las principales
carencias de estos niños y a su vez la que explica la mayor parte del resto es
la falta de socialización. Debido a que a través de la interacción social se
aprende e intercambia información con otros, es posible desarrollar
perspectivas y formas de pensar y actuar que enriquecen el repertorio personal
y se contribuye a mejorar la adaptación al medio.
Debido a su deficiente o nula socialización, los niños salvajes no
son capaces de participar en la sociedad, actuando en función de lo aprendido a
lo largo de su vida en el hábitat en el que se ha crecido. Es decir, sus
actitudes y habilidades les hacen capaces de subsistir en el entorno en que han
crecido, pero no son aplicables a la vida en comunidad.
Otro elemento común a la mayor parte de casos es la evitación del
contacto humano. Tanto a nivel físico como emocional, estos niños intentan
alejarse en la medida de la posible de sus semejantes, cosa que ha dificultado
en los primeros compases el tratamiento de los casos.
Este hecho se explica si se tiene en cuenta que, además del hecho
de que no han tenido contacto con seres humanos en mucho tiempo o que éste ha
sido aversivo, estos niños han
sido apartados en contra de su voluntad del ambiente en el que han crecido, e incluso en las ocasiones en que han
sido adoptados por animales han podido llegar a ver morir a su salvador a manos
de humanos.
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